viernes, 9 de septiembre de 2011

El laberinto de las aceitunas

SINOPSIS

El protagonista de esta novela abandona el sanatorio mental en el que ha estado seis años recluido para cumplir una sencilla misión: llevar hasta Madrid un maletín que contiene una estimable cantidad de dinero. La empresa topa, sin embargo, con serias dificultades. Desde Barcelona, con la ayuda de Emilia Corrales, alias "Suzanna Trash", y del estrambótico don Plutarquete Pajarell, nuestro singular detective se enfrenta a una enrevesada trama en la que intervienen actores frustrados, magnates de las aceitunas, algún que otro monje y seis ingenieros espaciales.

AUTOR

Eduardo Mendoza nació en Barcelona en 1943. Tras estudiar la carrera de Derecho en la Universidad de Barcelona, comenzó a trabajar como traductor para la ONU. Entre 1973 y 1982 instaló su residencia en Nueva York, ciudad a la que dedicó su ensayo que no se publicó hasta 1986. Durante esos años inició su trayectoria narrativa con la publicación de "La verdad sobre el caso Savolta", una obra por la que obtuvo el Premio de la Crítica en 1976 y que le ha convertido en una de las voces más importantes de la novelística española. A esta novela le siguieron otros renombrados títulos como "El misterio de la cripta embrujada", "El laberinto de las aceitunas" y "La aventura del tocador de señoras". Recientemente ha publicado "Riña de gatos" por la que obtuvo en 2010 el Premio Planeta.

CRÍTICA

Descubrí a este magnífico escritor leyendo su novela "Riña de gatos". Al terminar, tuve claro que seguro me animaría con otros de sus títulos. Hace unos días, mientras revisaba la biblioteca de mi madre, recordé mi viejo propósito olvidado al caer en mis manos un fino ejemplar de "El laberinto de las aceitunas". No sólo no he quedado defraudada al terminarlo sino que acabo de empezar "El año del diluvio" y tengo preparado para cuando lo finalice otro de sus libros: "Una comedia ligera".

He leído "El laberinto de las aceitunas" ,(cuya novela precedente es "El misterio de la cripta embrujada" y que cuenta con una tercera parte llamada "La aventura del tocador de señoras"), de una tacada. Me ha parecido una novela hilarante siendo contadas las páginas con las que no se me ha escapado una sonrisa, lo que actualmente dicho sea de paso no me ocurre con frecuencia. El contexto de la historia que Mendoza nos relata, me ha recordado a los viejos tebeos de Mortadelo y Filemón o de Anacleto, agente secreto. Me ha gustado mucho un prólogo que Fernando Marías realizó sobre esta novela, por lo que voy a citar algunos puntos de éste que comparto plenamente:

"El laberinto de las aceitunas" pertenece a uno de esos escasos proyectos narrativos en los que el autor se aventura en la explotación de una fórmula novedosa y audaz:

Novela negra norteamericana + Transición - Democracia Española.

En los últimos años 70 y primeros 80, narradores como Manuel Vázquez Montalbán, dieron brío, personalidad propia y razón de ser a esta fórmula con la creación de personajes y títulos memorables. Pero su propuesta quería voluntariamente surgir de la venerada fuente norteamericana, y asumía por ello todos los fundamentos originales de lucidez triste, desencanto y oscuridad.

Eduardo Mendoza conocía bien las leyes de ese juego narrativo, [...], tal vez sopesó la incursión en el género formulado, pero ese camino recorrido ya por otros le resultaría poco pan para la boca de tanto lector deslumbrado, y por eso no cuesta imaginarlo devanándose los sesos en busca de la vuelta de tuerca eminente:
(Nnn + T-De) + Picaresca Española

En su arranque y primera parte, "El laberinto de las aceitunas" es sencillamente una novela negra modélica [...] nos permite deducir que la pasión y conocimientos de Eduardo Mendoza sobre este género son más amplios de los que con alegre humildad confiesa. Lógico: satirizar algo implica conocerlo bien, y el interés de las novelas de este investigador "sin nombre ni pasado" reside en su talento para dar la vuelta a unos planteamientos teóricamente inamovibles. En su talento para hacernos reír.

[...] Cada fórmula irrepetible contiene un elemento secreto. Llamemos a DD al de ésta:

(Nnn + T-De) + (Pe) + Elemento DD.

¿Delirio Desprejuiciado? ¿Disparate Demencial? ¿Destino intrascenDental?. Sólo Mendoza lo sabe. En cuanto a nosotros, roguemos para que nunca se le olvide.

Puntuación:

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