miércoles, 20 de junio de 2012

Muerte en la Fenice

SINOPSIS 

El renombrado director de orquesta Helmut Wellauer aparece muerto, envenenado con cianuro potásico, durante una representación de La Traviata en el célebre teatro veneciano de La Fenice. Hasta el comisario Guido Brunetti, acostumbrado a la laberíntica criminalidad de Venecia, se asombra de la cantidad de enemigos que el músico ha dejado en su camino a la cumbre. Pero, ¿cuántos tenían motivos suficientes para matarle? 

Conocido ya por miles de lectores, el comisario Brunetti resuelve en esta novela policíaca su primer caso. Muerte en La Fenice fue galardonada en Japón con el prestigioso Premio Suntory a la mejor novela de intriga y convirtió en poco tiempo a Donna Leon en el gran boom de la novela policíaca en Europa. 



CRÍTICA 

Pocas novedades que se me ocurran añadir a lo comentado en esta crítica anterior, en la que hacía referencia a otro título de la misma serie de esta autora.

Desde luego "Muerte en la Fenice" no es literatura excelsa, tampoco creo que tenga sentido tratar de encontrarla en una novela policíaca. Eso sí, cumple con el principal cometido de este tipo de género: resultar una lectura entretenida con una trama lo suficientemente original.

Es cierto que algunas descripciones que la autora realiza sobre Venecia y sobre ciertos temas presentes en la trama, me han resultado excesivamente histriónicas y exageradas. En ellas, desde mi punto de vista, sobran clichés y tópicos. La verdad que no recuerdo haber tenido la misma sensación en el caso que anteriormente comentada.

Sin embargo, su comisario Brunetti es un personaje carente de artificio, alejado del prototipo de detective establecido. No se trata de un tipo pesimista y atormentado, o dotado de una inteligencia y ego desmedido que induzca al lector al suicidio o a la arcada. Por el contrario, lo que define al personaje de Donna Leon es la paciencia, el tesón y la amabilidad en el trato tanto con los sospechosos como con sus subordinados. Creo que en este sentido, la escritora ha sido inteligente desmarcándose, pues cayendo bien el personaje, es más probable que el lector se anime con otros títulos de la serie.

PUNTUACIÓN

sábado, 16 de junio de 2012

1984

SINOPSIS 

Descripción aterradora de la vida bajo la vigilancia constante del "Gran Hermano" En una supuesta sociedad policial, el estado ha conseguido el control total sobre el individuo. No existe siquiera un resquicio para la intimidad personal: el sexo es un crimen, las emociones están prohibidas, la adoración al sistema es la condición para seguir vivo. La Policía del Pensamiento se encargará de torturar hasta la muerte a los conspiradores, aunque para ello sea necesario acusar a inocentes.  

Winston y Julia, a pesar de ser miembros del Partido y sabiendo que el Gran Hermano les vigila, se rebelan contra ese poder que se ha adueñado de las conciencias de sus conciudadanos. El camino que seguirán se convertirá en un peligroso laberinto hacia un final incierto. 

 CRÍTICA 

Hace poco, me dio por pensar que al igual que lo había hecho con el cine, debía consultar en el campo de la literatura los "1001 libros que hay que leer antes de morir" (por cierto, ya puedo ser longeva porque con la tarea que me queda...) En esta selecta lista aparece 1984, y tras su lectura debo confesar que me ha decepcionado, supongo que en parte por tantas expectativas creadas. En todo caso, creo que la principal defecto del libro es que George Orwell no logra presentarnos a unos personajes lo suficientemente convincentes. Por ejemplo, no me ha resultado nada creíble (por no decir que está insertada con calzador) la metamorfosis de Winston, el protagonista. Además, los diálogos en su mayoría me han parecido poco naturales y elaborados.

Pero no todo van a ser comentarios negativos. Donde sin duda el escritor merece un 10 es tanto en la originalidad de la idea como en la descripción que realiza del contexto para describirla. Por ejemplo, mención aparte merece el apéndice final "Los principios de la neolengua", donde se explica con detalle este idioma inventado exclusivamente por Orwell para la novela. Resulta brillante también la descripción del orden económico, social y político que el escritor realiza, introduciendo organizaciones como la "Policía del pensamiento", o los cuatro Ministerios llamados : "El ministerio del Amor" (Minimor), "El ministerio de la Verdad" (Miniver), "El ministerio de la Abundancia" (Minindancia) y "El Ministerio de la Paz (Minipax)" encargados cada uno de aquellas funciones contrarias a lo que sus nombres representan, algo que sólo puede "adquirir sentido" bajo el prisma del "doblepensar".

Por todo esto último, sin duda merece la pena leer la novela. Voy a terminar citando una reflexión del propio George Orwell (Eric Arthur Blair en realidad) en relación con la reescritura de la Historia, que no sé por qué me ha parecido muy adecuada para el momento actual ...

"Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente. (...) En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas «líneas de partido». (...) Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy probable que estas mentiras, o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia. ¿Cómo se escribirá la historia de la Guerra Civil Española? (...) Sin embargo, es evidente que se escribirá una historia, la que sea, y cuando hayan muerto los que recuerden la guerra, se aceptará universalmente. Así que, a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido en verdad. (...) El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado. Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco. Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y después de las experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas." 

PUNTUACIÓN


sábado, 2 de junio de 2012

Más vale pedir perdón
que pedir permiso

SINOPSIS 

¿Cómo conseguimos infiltrar a una falsa premiada de la lotería de Navidad? ¿Por qué nos pilló Rouco Varela en una de nuestras operaciones? ¿Cuál fue nuestra reacción cuando Zapatero dijo "Bardem" en el cara a cara con Rajoy? ¿Cómo nos infiltramos en "El diario de Patricia"? ¿Cómo le entregamos la guitarra del Chikilicuatre al Papa? ¿Por qué nos detuvo la Guardia Civil en Santa Coloma y casi acabamos ante Garzón? ¿Por qué nos amenazó Falange Española? ¿Cómo conseguimos el teléfono móvil de Luis Aragonés? ¿Cómo nos ligamos a los guardaespaldas de Berlusconi? ¿Quién nos hizo descartar la idea de invadir el islote de Perejil? ¿Por qué nos traicionó una tuna antes de un mitin de Rajoy y Paco Camps? ¿Cómo conseguimos que el Opus Dei casi nos contrate para una de sus fiestas? 

Las respuestas a estas preguntas, y otras, están en este libro. Un libro del que podríamos decir que, gracias al prólogo de Quim Monzó y al epílogo de Jose Corbacho, seguro que empieza y acaba bien. O no...

CRÍTICA 

Me reconozco una fiel seguidora del programa Salvados. Por eso, mi hermanita (que me tiene muy calada :P), me regaló este libro por mi cumpleaños. Si tuviera que definirlo en una palabra, diría que es anecdótico, pues se trata de una serie de relatos breves sobre sucesos curiosos no conocidos del programa. Comprende, eso sí, el período previo a que estallara la crisis. Aprovecho para un inciso, personalmente prefiero las últimas temporadas, gracias a las cuáles estoy aprendiendo más sobre economía, sistema, política nacional e internacional etc..., que en años de lectura de periódicos y escucha de arengas incomprensibles por parte de determinados "analistas políticos".

Volviendo al libro, es evidente que Jordi Évole no pretende hacer literatura excelsa. Su estilo es propio de un periodista/articulista que tiene como principales recursos el humor y el chascarrillo, sin más finalidad que la de entretener al lector. En mi caso, el resultado ha sido el esperado. En dos días (literalmente) lo he terminado y sin caer en la carcajada, la mayor parte del tiempo en mi cara se ha dibujado una sonrisilla.
  
PUNTUACIÓN