sábado, 30 de agosto de 2014

El secreto de Christine

SINOPSIS

Dublín, años cincuenta. Quirke, un médico forense con problemas con el alcohol a raíz de perder a su mujer, descubre cómo Malachy Griffin, reputado ginecólogo y casi un hermano para él, falsifica el informe de una tal Christine Falls, una de las recién llegadas al depósito de cadáveres. A partir de aquí, Quirke no parará hasta descubrir la verdad sobre un formidable complot que abarca ambos lados del Atlántico: complicadas relaciones familiares, identidades ocultas, organizaciones clandestinas, tráfico de niños, pactos entre poder e Iglesia, así como algún que otro asesinato...

CRÍTICA

Es el primer libro que leo de John Banville, escritor irlandés que firma sus novelas negras bajo el seudónimo de Benjamin Black, y creo que no me pillo los dedos si digo que hasta el momento es la novela que por género, mejor casa para figurar en el reto.

Para empezar, por el contexto temporal y espacial. La historia se va desarrollando en paralelo entre Dublín y Bostón durante los años 50. También por la trama, al poner constantemente el foco en la corrupción de la sociedad de entonces, presente en sus distintos estratos: religiosos, políticos, familiares... Cierto es que Quirke, el médico protagonista, no es un detective, pero sí cumple con el estereotipo típico: personaje solitario, cínico, triunfador como profesional pero perdedor como individuo. Y por supuesto la atmósfera: cargada de violencia, alcohol, humo de tabaco, neblina … En fin, casi parece un crimen por parte del lector no imaginarla en blanco y negro al ir avanzando por sus páginas.

En lo que sí se aleja del género es en la rapidez en la acción, siendo en este caso bastante lenta, lo que al menos en mi caso, ha propiciado cierta impaciencia en algunas partes. Abundan las descripciones detalladas y extensas, así como diálogos que desde luego no pueden ser considerados dinámicos. Sin embargo, sí quiero destacar un aspecto positivo de estos últimos. Personalmente me fascina la comunicación no verbal, esos silencios compartidos cargados de mucho más significado que si se usaran palabras. Evidentemente, para mostrar esto, el cine lo tiene mucho más sencillo al disponer de otros recursos: visuales y/o musicales. Pues bien, Black logra esto simplemente con su pluma. Eso sí, destacar un pero tirando de refranero: “lo poco agrada y lo mucho cansa”, es decir, creo que llega a abusar de los mismos lo que se traduce en incrementar la lentitud anteriormente comentada.

Es el único aspecto menos positivo que se me ocurre señalar. Es cierto que el final resulta previsible, pero en este caso creo que carece de importancia. Lo sustancial es la denuncia. A la iglesia en primer lugar. No soy católica pero creo que si lo fuera, no me sentiría indignada. Pienso que si uno se considera parte de lo que sea, con mayor motivo es importante tener una visión crítica. Además, Black no presenta a todos los religiosos como cuervos taimados, son personajes mucho más ricos. Por otra parte, en lo que a la figura de la mujer se refiere, el autor no tira del arquetipo de “femme fatale”. A lo largo de sus páginas la novela nos presenta a muchas de ellas, muy distintas por edad, estrato social etc, sin embargo todas presentan como denominador común un grado de cosificación que indigna pero que por desgracia, no deja de ser un reflejo realista de la época.

Concluyendo, la novela me ha gustado mucho. Con toda probabilidad me animaré con “El otro nombre de Laura”, siguiente título del escritor que por lo que he leído, es continuación de ésta. Muy recomendable para lectores amantes de la novela negra al estilo de Raymond Chandler.


PUNTUACIÓN 

sábado, 16 de agosto de 2014

UN CADÁVER ENTRE PLATO Y PLATO

SINOPSIS

¿Qué puede hacer un chef sagaz, obstinado y con mucho carácter cuando se le acusa de haber matado a uno de sus clientes? ¿Y si ese cliente era, además, el crítico de una famosa guía gastronómica? Xavier Kieffer no duda: investigar por su cuenta hasta las últimas consecuencias.

Xavier Kieffer renunció a un prometedor pero estresante futuro como chef estrella en París para ser simplemente el cocinero propietario de Les Deux Églises, un pequeño restaurante en el corazón de Luxemburgo donde ofrece recetas clásicas, elaboradas con los mejores productos y cocinadas con paciencia y amor. Disfruta de un trabajo que le hace sentir feliz hasta que un crítico gastronómico fallece de repente cuando van a servirle el plato principal. Para su sorpresa, Kieffer es sospechoso de asesinato. Solo le queda esperar a las conclusiones de la investigación policial... o emprender sus propias pesquisas.

CRÍTICA

Es evidente que actualmente la cocina está de moda. Infinidad de programas culinarios, concursos, libros de rimbombantes recetas firmados por famosos (cocineros sólo se puede añadir en algunos casos la verdad)... A los cocinillas que disfruten como enanos con toda esta propuesta gastronómica, los animaría a leer este libro sin dudarlo. Con los lectores asiduos de novela negra, no lo veo tan claro la verdad. La trama, en lugar de tratarse de una investigación por asesinato que se apoya en el contexto gastronómico, resulta lo contrario, es decir, todo el componente detectivesco pareciera una mera excusa para que Xavier Kieffer, nuestro chef protagonista, cocinara o degustara a dos carrillos. Bueno y también para "darle a la bota", por lo que quedan incluidos enólogos, catadores, sumilleres o simplemente amigos del "vino, caldo o morapio" en la invitación anterior.

Para muestra un botón. El autor en lugar de ofrecer una reseña de los personajes, finaliza el libro con un glosario de términos gastronómicos. Miento si digo que a una profana como yo, (especialmente de la comida luxemburguesa de la que reconozco "no tengo ni papa"), no le haya parecido interesante, pero sí creo que es representativo de lo que comentaba.

Con lo dicho, no quiero transmitir que se den grandes incongruencias en la trama aunque sí me parece que el final está puesto con calzador. Además, la lectura del libro me ha parecido ágil y amena y en lo relativo al estilo de Tom Hillenbrand, el periodista alemán autor de la novela, no tengo peros, incluso destacaría en positivo sus diálogos. Es sólo que desde el enfoque de la novela negra, los personajes resultan excesivamente planos, no es un libro que sorprenda y dista mucho de poder ser medianamente representativa del género. En resumen, entretenida sin más.

PUNTUACIÓN