jueves, 6 de diciembre de 2012

El Ángel Perdido

SINOPSIS

Mientras trabaja en la restauración del Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, Julia Álvarez recibe una noticia devastadora: su marido ha sido secuestrado en una región montañosa del noreste de Turquía. Sin quererlo, Julia se verá envuelta en una ambiciosa carrera por controlar dos antiguas piedras que, al parecer, permiten el contacto con entidades sobre naturales y por las que están interesados desde una misteriosa secta oriental hasta el presidente de los Estados Unidos...

CRÍTICA

Con "El Ángel Pérdido" Javier Sierra por desgracia ha terminado haciéndolo: acabar manufacturando best-sellers en lugar de continuar siendo escritor de libros.

Parto de la base, que la temática que trata tampoco es que resulte de mi especial interés. Sin entrar en muchos detalles, comentar que el autor se centra especialmente en el diluvio universal y en distintos mitos presentes en muchas religiones, en particular el mesopotámico y el judeo-cristiano. En este punto, un pequeño inciso cultureta. El primero de los mencionados cuenta que el dios Enlil, decide destruir a los humanos al resultarles molestos y ruidosos (razón no le faltaba a la deidad las cosas como son ^_^). Sin embargo otro dios, su hermano Enki, decide avisar a Utnapishtim (el que viene a ser el Noé original) para que construya un barco lleno de animales y semillas. Al llegar el día del diluvio todos mueren a excepción de los viajeros en la nave. Independientemente del mito, existe la versión de que en el siglo XX fueron encontrados restos del arca utilizada en el Monte Ararat. De hecho, parte del libro transcurre en esta localización.

A diferencia de lo que ocurría tanto en "La Dama Azul" como en "La Cena Secreta", en esta ocasión el autor no se apoya en datos históricos o leyendas para contar un buen relato. Sucede  más bien al contrario. Trato de explicarme. Es como si Sierra metiera sin ton ni son trozos de Wikipedia densos, cargados de datos y los intentara colar como diálogos entre los inverosímiles personajes. Además, mezcla constantemente churras con merinas. A partir de las distintas interpretaciones del diluvio anteriormente comentadas, riza el rizo y acaba encontrando supuestas relaciones con piedras mágicas y con la existencia de ángeles. Tracatá. Y lo que en este punto deja al lector atónito y perplejo, se transforma en guasa cuando aparecen los yanquis: militares, agentes especiales que nos recuerdan a las pelis de Schwarzenegger y ya que estamos, también toma protagonismo el mismísimo presidente de los Estados Unidos (Ea,¡qué viva la Pepa!). Y lo peor del asunto, es que Sierra nos los presenta como si en lugar de ser turolense fuera texano, desde esa perspectiva tan cutre de americanos buenos el resto del mundo terroristas (ni que decir si llevan turbante). Vamos que ni Chuck Norris hubiera resultado más patrio. Bueno paro que me enciendo...

Quizás esto último adquiere algo de sentido cuando uno se entera que Sierra cuenta con editores y agentes estadounidenses, y que el libro ha sido publicado allí por la editorial Atria Books. En fin, sin duda parece que Javier ha sido pragmático. A fin de cuentas todos tenemos que pagar facturas, pero para el que ha leído otros libros suyos anteriores, es inevitable sentirse decepcionado.

No todo lo que comente quiero que sea negativo. Es de justicia decir también que durante años Sierra ha estado documentándose. Incluso llegó a escalar el anteriormente mencionado Monte Ararat para dar verosimilitud a sus descripciones. También mantuvo diversas entrevistas con expertos del electromagnetismo, sabios de estudios hebreos, geólogos ... Por otra parte, da a conocer a personajes interesantes de la historia como John Dee o Ignatius Donnelly.

Concluyo. En compendio, lectura fácil y entretenida sin más.
 
PUNTUACIÓN


No hay comentarios:

Publicar un comentario