sábado, 17 de agosto de 2013

Nadie es más que nadie

SINOPSIS

El muchacho que en los años cincuenta pastoreaba ovejas en las laderas de Peña Labra se convertiría en 2003 en presidente de Cantabria. Miguel Ángel Revilla nos dibuja una España de penuria y esfuerzo que ya no existe. Y relata con viveza cómo, animado por el amor a la tierra que lo vio nacer, consiguió alcanzar las más altas responsabilidades. La semblanza que traza en estas páginas de personalidades como el rey Juan Carlos, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero o Emilio Botín huye de lo convencional y nos descubre, a veces, la cara más humana y terrenal del poder. Sin embargo, cuando aborda los temas que más preocupan, no se muerde la lengua: fustiga con dureza a los "listos" que han provocado la crisis económica y denuncia con crudeza y sin reservas a quienes han enfangado una actividad tan noble y vocacional como la política.

CRÍTICA

Comenzaré diciendo que Miguel Ángel Revilla siempre me ha caído bien. Sin embargo, en muchas de sus intervenciones en televisión me ha parecido un poco abuelo cebolleta y pagado de sí mismo. Tras leer este libro, debo reconocer que me ha sorprendido para bien, su estilo literario. Entre otras razones porque considero que resulta mucho más clarificador y conciso explicando sus argumentos con la pluma que mediante la oratoria.

Para mí, son las descripciones que realiza de sus primeros años en su tierra natal, lo más auténtico del libro. En cambio, en algunos casos al contar experiencias vividas con algunos personajes destacados, desprende cierto tufillo altanero. Por otra parte, me ha parecido bastante tibio en lo que a ideología se refiere. Este señor no es de derechas o de izquierdas, es cántabro y punto. En todo caso creo que es consecuente, pues de su libro se desprende que su máximo compromiso está con su tierra y gente. Reconozco que en este terreno yo soy una ilusa sentimental.

Finalizo comentando sobre la portada del libro. En ella, podemos ver a un Revilla en "actitud servil" con el rey. Una imagen más que descriptiva, pues en sus líneas resulta excesivamente juan carlista. Es de aquellos que siempre para hablar del monarca resaltan lo "campechano" que es, como si esto fuese una virtud y no una falta manifiesta de responsabilidad. De hecho, otro aspecto que me ha parecido negativo por parte del autor, es que intente justificar ciertos comportamientos propios (para desgracia de su pobre mujer), alegando que son los lógicos de un tipo "normal" o llano. Desde mi humilde opinión, ser claro, cercano o directo no está reñido con la buena educación o el saber estar. Además, no creo que quién ostenta un cargo público deba actuar como alguien corriente. Yo al menos no es lo que espero de la clase política o institucional que en teoría me representa. En todo caso, me da la sensación que el Señor Revilla no es una persona a la que le resulte fácil admitir un error y rectificar. Sin embargo, sí me ha parecido un hombre muy trabajador, comprometido, honesto y en general, dotado de sentido común.

En resumen, pese a lo negativo comentado, me parece un libro bien escrito e interesante.  Una lectura recomendable.


PUNTUACIÓN

   

2 comentarios:

  1. Ya me lo dejarás!! Por cierto... ya era hora que volvieras a escribir! :-D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No he tenido mucho tiempo ...

      Muchas gracias por comentarme Nu.
      Lo de dejártelo, hecho ;)

      Eliminar