viernes, 26 de octubre de 2012

El almirante flotante

SINOPSIS

Catorce autores tejieron esta novela múltiple. Cada uno de ellos escribió sucesivamente un capítulo y entregó en un sobre cerrado, el resumen de la solución que había pensado dar. Concluida la obra los sobres fueron abiertos y los resúmenes figuran al final del libro como apéndices.

Los escritores participantes (miembros todos ellos del Detection Club de Londres) fueron: Dorothy L. Sayers, G. K. Chesterton, Victor L. Whitechurch, G. D. H. Cole, M. I. Cole, Henry Wade, Agatha Christie, John Rhode, Milward Kennedy, Ronald Knox, Freeman Wills Crofts, Edgar Jepson, Clemence Dane y Anthony Berkeley Cox.


Se trata de una muy interesante novela policial única por su concepción y por el método con que ha sido ejecutada.

CRÍTICA

Dada la idiosincrasia de este libro, es inevitable que se produzcan demasiadas vueltas de tuerca, lo que conduce desde mi punto de vista a que la trama resulte algo inconexa y que se abrume al lector con excesivas “pistas”. También considero que resulta bastante perceptible el cambio de estilo literario en la mayoría de los casos. Por ejemplo, mientras que algunos autores se centran en el perfil psicológico, otros inciden en la exactitud de los hechos. No obstante, donde sí creo que hilaron fino todos estos autores, fue en respetar los caracteres de los personajes. Por otra parte, resulta muy curioso leer las dispares soluciones que cada uno de los escritores participantes tenían en mente previamente, por las cuáles, no es de extrañar la desunión anteriormente comentada.

En resumen, habiéndome gustado mucho su lectura, realmente sólo la recomendaría a aquellos amantes del género policíaco clásico de la rama inglesa. Finalizo incluyendo algunos extractos de la introducción escrita por Dorothy L. Sayers, donde desvela algunas otras particularidades interesantes:

"[...] Su asunto debía ser lo más semejante posible a un caso policial verdadero. [...] cada colaborador se las entendió con el problema que le planteaban los capítulos precedentes sin la más remota idea de la solución, o las soluciones, que sus predecesores pudieran tener previstas. Sólo dos normas se impusieron: cada uno debía urdir su intriga con una solución determinada [...] y para tener la seguridad de que jugaba limpio se le obligaba a entregar, junto con su correspondiente capítulo, su solución particular del enigma. En segundo término, cada escritor se comprometía a afrontar lealmente todas las dificultades dejadas para su análisis por sus predecesores[...] Es natural que a medida que las pistas se fueron acumulando con el tiempo, las soluciones sugeridas se hicieron correlativamente más complicadas y precisas [...] Sólo podemos asegurarle que intervenimos en este juego honradamente, y respetando las reglas, con todo el ímpetu y el entusiasmo de los buenos jugadores. [...]"


PUNTUACIÓN



2 comentarios:

  1. Una novela fallida, pero curiosa. Ha pasado a la historia no tanto por sus méritos literarios, como por el hecho de ser la primera novela policiaca colectiva.

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  2. Toda la razón con tu opinión Luis.
    Muchas gracias por tu comentario, Saludos!

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