miércoles, 6 de mayo de 2015

La Tortuga Renata

Al día siguiente de su visita al brujo, Munchi-Munchi fue a buscar a Renata. La anciana tortuga estaba desayunando cuando nuestra protagonista la encontró en el claro del bosque donde vivía. – Hola Renata, ¡Qué alegría verte!, tengo que encontrar algunas plantas que no conozco, ¿podrías ayudarme? – Claro que sí, dime cuales son pequeña – contestó Renata mientras masticaba con deleite una jugosa hoja de lechuga. Munchi desdobló el papelito que le había dado el brujo y leyó en alta: - Valeriana, Tila, Melisa y Passiflora. – Ummm, has tenido suerte, son plantas que existen en este bosque, y sé donde encontrarlas. – dijo Renata con los ojos brillantes. ¿Para qué las necesitas Munchi? – A Munchi-Munchi no le gustaba mentir, pero tampoco podía contarle el motivo a la anciana pues no quería preocuparla. Sin embargo, tuvo suerte pues Renata no esperó a oír su respuesta y siguió diciendo – Seguro que es porque estás nerviosa, estás plantas te ayudarán pues inducen al sueño, al descanso y a la calma. Cuando al fin Renata terminó su almuerzo, emprendieron camino. Durante el paseo, la anciana le explicó que para que surtieran efecto, era necesario hacer infusiones con ellas pero en cantidades determinadas. Necesitaron todo el día para recolectarlas, pues Renata caminaba muy despacio y era lenta a la hora de decidir, examinando atentamente las hojas, las raíces y los tallos. Munchi-Munchi incluso se preguntaba si la propia tortuga no estaría tomándolas, vista su tardanza. Munchi corría constantemente a su alrededor preguntando – Renata, ¿queda mucho?, ¿cuándo acabamos? – a lo que Renata siempre contestaba – en su momento Munchi, en su momento. Cuando finalmente terminaron, la anciana le dijo que era importante ser paciente. Ella – le dijo – siempre tenía en cuenta una frase que su abuela, que también era muy sabia, siempre le decía – "Bástele al día sus veinticuatro horas". Munchi agachó las orejitas avergonzada, pero ¡tenía tantas ganas de convertirse en niña! Renata le dijo dulcemente – es importante saborear el momento Munchi. Y la ratoncita le hizo caso, y disfrutó del camino de regreso con su amiga.

3 comentarios:

  1. Muy importante la paciencia, para todo en esta vida. Me está gustando mucho la historia.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchas gracias a las 2! Ya casi tengo terminada la siguiente parte :D
    ¡Besos!

    ResponderEliminar