viernes, 8 de mayo de 2015

El Brujo Sakún II

Tras encontrar las plantas con la ayuda de Renata, Munchi-Munchi viajó de nuevo con el Búho Uhu a la casa de Sakún. – Vaya, vaya, ¿ya de vuelta ratoncita? – Le dijo éste incrédulo - Espero que hayas traído todo lo que te pedí – dijo con severidad el ojeroso mago. – Claro, aquí están todas las plantas que dijiste – dijo Munchi señalando la bolsa que llevaba colgando – Vamos a verlo – dijo el brujo, cogiendo el saquito con brusquedad. Tras revisar su interior, la expresión de Sakún se volvió muy complaciente – Ummm sí, con ellas será suficiente – Y sin más, dio la espalda a Munchi para dirigirse hacia su caldero, donde echó todo el contenido. Tras remover con una vieja cuchara de madera, y servirse en una gran jarra parte del caldo, se lo bebió de golpe. Munchi miró al brujo asombrada, y al notar que iba a zamparse la segunda taza, intentó avisarle diciendo – Brujo Sakún, mi amiga Renata me ha contado que las infusiones de estas plantas pueden ser peligrosas si…- ¿Qué dices ratoncita?, - dijo el Brujo, que era un poco sordo, entre trago y trago- ¿Por qué me molestas? ¿No ves que estoy atareado? – Pues decía… bueno no era importante – respondió Munchi al comprobar que de poco valía su consejo ya pues de todos modos Sakún se había bebido todo el perol. – Ahora me ayudarás ¿verdad? – Le preguntó Munchi al notar la cara del brujo mucho más relajada -  Claro, claro. ¿Qué dijiste que querías? – dijo Sakún algo distraído. – Quiero convertirme en niña y mi amigo Uhu me ha dicho que tú conoces la magia necesaria para ayudarme. – No lo dudes pequeña, yo soy un mago muy poderoso – dijo Sakún dándose importancia -  dame un segundo a ver si recuerdo dónde estaba... – Añadió dirigiéndose a un armario mientras bostezaba. Al rato de rebuscar el mago exclamó – ¡lo encontré! Toma ratoncita, come este trozo de queso. Munchi cogió el pedacito que le tendía el mago. -¿Queso?, ¿qué sería aquello? Nunca había probado nada semejante. Al acercárselo a la nariz, sus bigotes comenzaron a moverse con deleite pues ¡aquello olía de maravilla! Dio el primer bocado con timidez y comenzó a saborearlo. -¡Ummmhhhh! ¡Estaba delicioso! – pensó mientras se relamía. En un plis-plas Munchi se había terminado todo esperando a que el hechizo surtiera efecto. 

Pasaba el tiempo y no notaba que su aspecto cambiara ni un poquito. Sin embargo, sí comenzó a sentir un picor que poco a poco se fue haciendo mayor, mientras que un montón de manchas rojas empezaban a aparecer por todo su cuerpecito. – ¡Ja, ja, ja ¡– se rió Sakún mientras la miraba sujetándose la barriga – rantocilla inocente, ¿acaso creías que iba a malgastar mi poder contigo? - ¡Brujo pirujo! – Contestó Munchi-Munchi al borde de las lágrimas – ¡Me has engañado! – y sin más, salió escopetada de la casa en dirección al árbol más cercano para rascarse con su tronco, dejando a Sakún roncando, abrazado a su caldero. 

4 comentarios:

  1. Pero qué malo es Sakún! Pobrecita Munchi-Munchi...
    Besotes!!!

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  2. Qué divertido¡¡ espero que vuelva pronto a su forma original¡¡ besos¡¡¡¡

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  3. Muy bueno.

    Leanla, está nueva:https://www.wattpad.com/myworks/45531517-mis-tres-pesadillas

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  4. Muchas gracias por vuestros comentarios. Lo tenía parado por falta de tiempo e inspiración pero ya me he desbloqueado :)
    María, gracias también por la recomendación.

    Besos!

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