sábado, 18 de abril de 2015

El Búho Uhu

Tras escuchar a Uhu, a Munchi se le movieron las orejas y los bigotes de emoción. ¡Su sueño de convertirse en niña era posible! -¿Y dónde puedo encontrarlos? – Preguntó con presteza  – Ummm pues … déjame pensar – contestó el viejo búho rascándose la gran cabeza con un ala. – El Hechicero Sakún vive en lo más profundo del bosque, pero el camino es difícil y peligroso Munchi. Hay ortigas, plantas carnívoras y un sinfín de peligros. El Hada Fata a su vez, vive en el agua del río, no es posible encontrarla, es ella la que te encuentra a ti. – A Munchi se le quedaron las orejas y los bigotes gachos por la decepción. Menos mal que Uhu continuó hablando – Sin embargo, aunque hace mucho desde la última vez que fui, yo podría llevarte volando hasta la casa del mago. - ¡Eso sería maravilloso Uhu! – respondió Munchi muy contenta, dando saltitos en torno al anciano búho. Acordaron emprender viaje al día siguiente temprano. El trayecto no fue fácil, la memoria del viejo búho no era ya muy buena, por lo que durante mucho tiempo estuvieron dando vueltas en círculo. La pobre Munchi acabó mareada, y aunque trataba de agarrarse con fuerza a las plumas de su amigo, a punto estuvo de caerse. Menos mal, que justo en ese momento Uhu dijo con júbilo - ¡Reconozco el tocón de ese árbol Munchi!, ya casi hemos llegado, agárrate fuerte – y acto seguido comenzó a planear para finalmente aterrizar en el suelo elegantemente. Munchi-Munchi descendió como pudo del lomo del ave, con los ojos haciendo chiribitas y caminando en eses. Sin embargo, el esfuerzo había merecido la pena, a corta distancia podía ver una ruinosa cabaña. – Esa es la casa del mago Sakún. Debes tener cuidado con él pues es taimado y mentiroso. Cuando quieras regresar, sólo tienes que ulular y bajaré a buscarte. ¡Buena suerte pequeña! – dijo Uhu volviendo a emprender el vuelo, para esconderse en el hueco del tronco de un viejo roble. Munchi-Munchi comenzó a recorrer el sinuoso camino que llevaba hasta la puerta de la casa del brujo …

2 comentarios:

  1. Me vas a enganchar a las historias de Munchi-Munchi... No había visto la anterior entrada, pero ya le he puesto remedio. Y ya espero que no se me pase ninguna, para averiguar si esta ratita consigue lo que quiere.
    Besotes!!!

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  2. ¡Muchas gracias Margari!, pues en breve llega otra :D
    ¡Besos!

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