sábado, 19 de mayo de 2012

La ciudad de los prodigios

SINOPSIS

En el período comprendido entre las dos Exposiciones Universales de Barcelona de 1888 y 1929, con el telón de fondo de una ciudad tumultuosa, agitada y pintoresca, real y ficticia, asistimos a las andanzas de Onofre Bouvila, inmigrante paupérrimo que en 1887 abandona su aldea en los Pirineos con la intención de hacer fortuna. Mendoza nos narra con maestría la evolución de este personaje: desde sus comienzos como repartidor de propaganda anarquista y vendedor ambulante de crecepelo, hasta su ascensión a la cima del poder financiero y delictivo...

CRÍTICA

Esta novela es de todas las que hasta el momento he leído de Eduardo Mendoza, la que me ha resultado más interesante desde el punto de vista histórico. Bueno quizás en ajustada competencia con "Riña de gatos", no obstante en esta última, a diferencia del resto que transcurren en Barcelona, el escritor se sitúa en el Madrid de los años 30. No cabe duda que el título ya muestra un claro indicio de esto, en "La ciudad de los prodigios", a diferencia de otras ocasiones, casi pareciera que la historia de los personajes es la excusa de la que Mendoza se vale para mostrar una descripción exhaustiva al lector, de su tierra natal a finales del siglo XIX principios de XX: una Cataluña agreste y brutal en la que está a punto de estallar la fiebre de renovación.

Para ello, toma como referencia dos hechos históricos acontecidos en la ciudad: La exposición Universal de 1888, y la de 1929. En este punto quiero alabar la manera en la que Mendoza incluye a los personajes históricos. Sobre algunos de ellos, simplemente hace referencia con el fin de situar mejor al lector en el contexto. En cambio con otros, se aventura incluso a darles vida dentro de la novela. Por citar algunos ejemplos de ambos casos, a lo largo de sus páginas encontramos a María Cristina de Habsburgo-Lorena, Isabel de Baviera (Sissí), Rasputín, Miguel Primo de Rivera, Alfonso XIII, y una gran profusión de personajes catalanes relevantes pertenecientes a la nobleza, burguesía y a la clase política.

El único aspecto negativo que se me ocurre comentar sobre "La ciudad de los prodigios" hace referencia a la dureza y crudeza presentes en sus páginas. Es cierto que éstas son necesarias para describir fielmente la situación de la época, y que por la misma razón, no cabe en este caso el gracejo y humor tan característicos de Mendoza. Sin embargo, creo que en varias ocasiones debería haber sido menos explícito y más sutil.

Respecto al personaje protagonista, Onofre Bouvila, suscribo totalmente lo que el propio Mendoza decía sobre él: "Después de varios intentos comprendí que el protagonista absoluto, sin mediación de terceros, tenía que ser Onofre Bouvila, que este personaje enérgico, fantástico y canalla, con sus facetas oscuras y despiadadas, encarnaba mejor que nadie el espíritu de la Barcelona que yo quería representar."

En resumen, además de resultar interesante posee una manifiesta calidad literaria. De lo mejorcito de Mendoza.

PUNTUACIÓN

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