sábado, 10 de septiembre de 2011

El año del diluvio

SINOPSIS

La acción se sitúa en un pueblo catalán de los años cincuenta, donde viven Augusto Aixelà de Collbató, un cacique falangista, y Constanza Briones, (Sor Consuelo), una monja llena de dudas y buenas intenciones. Fingiendo su participación en un proyecto piadoso de Constanza, Augusto se propone seducirla. En el destino final de esta relación tormentosa participará también la naturaleza, en forma de riada, y una desdichada y pintoresca partida de maquis.

CRÍTICA

Este libro dista mucho del cariz cómico e hilarante que desprende Mendoza en "El laberinto de las aceitunas". De hecho, "El año del diluvio" es un drama, eso sí, cuajado de pinceladas de ese humor propio de la picaresca española del que este autor demuestra ser experto en cada una de sus novelas.

Leyendo la sinopsis, se podría caer en el error de suponer que la obra presenta muchas similitudes con "Don Juan Tenorio". No es el caso, de hecho Mendoza huye de las historias típicas de amor, pues para él éstas duran lo que duran y tienden a ser circunstanciales. Sin embargo, como el propio escritor comenta, el libro sí comenzó siendo un proyecto teatral, conservando de éste algunas características inconfundibles: un escenario casi único, una acción sustentada en el diálogo de los dos protagonistas y algunos golpes de efecto claramente teatrales.

Una de las características de este escritor que me encanta, además de ser poseedor de un léxico muy rico, es la manera en la que crea las atmósferas y describe los contextos históricos donde se desarrollan sus historias. En este caso, Mendoza se inspira en la muerte del último maquis y de unas terribles inundaciones que asolaron Cataluña a finales de la década de los cincuenta.

Por otra parte, en todas las novelas que he leído hasta el momento de este escritor, los protagonistas eran hombres, apareciendo las mujeres siempre como personajes secundarios cuando no, decorativos. Me ha gustado que en este caso sea una mujer la heroína, una monja de carácter férreo y gran personalidad para más inri.

El único pero que se me ocurre señalar de esta novela, está en la estructura de los diálogos. Por ejemplo, no hay rayas que indiquen su comienzo, carencia que hace que sea difícil leerlos. Aprovecho para dejar el enlace a un blog que he encontrado, donde se explica la manera correcta de escribirlos.

Por lo demás, de nuevo Mendoza no me ha decepcionado. Lectura muy recomendable.

Puntuación:

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